Historia Dominicana.

En un juego celebrado entre los «eternos rivales», Tigres del Licey y Leones del Escogido, el bahameño Andrè Rodgers, torpedero y 3ra. base, de los Leones, recibe un bolazo del zurdo Billy Smith, lanzador de los Tigres, con lo que ganó la primera base, no sin antes de escenificar una airada protesta en contra del lanzador azul.

En el momento de éste llegar a la almohadilla de primera, Petán Trujillo, hermano del dictador, simpatizante de los bengaleses y asistente esa noche al estadio, sorpresivamente bajó al terreno y le propinó una bofetada al corredor Andrè por encima del inicialista Norman Larker, primera base de los Tigres ese año.

Con relación al momento en que ocurrieron los hechos, al parecer algunos de los acompañantes y guardaespaldas de Petán, al ver la acción de Rodgers, comentaron por lo bajo que esa era una falta de respeto y un insulto a la fanaticada y al béisbol.

Petán bajó al terreno acompañado de los señores Abraham E. Santamaría Demorizi, director general del Palacio Radio Televisor La Voz Dominicana y del doctor José Ángel Saviñón, e insultó a Rodgers en español, y éste le respondió se supone que en un mal español, y entonces se produjo la famosa galleta.

Petán lo confundió: Se comentó que Petán lo confundió con un “cocolo” de San Pedro de Macorís, y le “soltó” la galleta, Rodgers intentó responder, pero los guardaespaldas de Petán amagaron con sacar sus armas, lo que motivó que se quedara tranquilo.

Poco faltó para que los demás jugadores extranjeros, en solidaridad con su golpeado compañero, se retiraran del país a causa de esta conducta impropiada, ya que el hecho constituía un intento de agresión de parte del hermano del Generalísimo Doctor Rafael Leonidas Trujillo Molina, General José Arismendy Trujillo, (Petàn), a un jugador del campo corto de los Leones del Escogido.

Esta situación molestó tanto Radhamés Trujillo, «escogidita» e hijo menor del tirano -tendría 17 años para esta fecha-, que se dice que ordenó preparar los tanques en San Isidro para bombardear La Voz Dominicana, el «hogar» del General Petàn Trujillo.

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Lo cierto es que al otro día -14 de febrero- Trujillo, que nunca había presenciado un partido de béisbol completo (sólo había ido a la inauguración del estadio el 23 de octubre de 1955, pasó la primera bola al receptor desde su palco y se retiró a la altura de la tercera o cuarta entrada), se presentó en el estadio «a ver si era verdad que sus hermanos daban ‘galletas’ a los jugadores». Petán, mientras tanto, corrió lejos de la furia del «Jefe».

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