Una investigación encargada por el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y ONU Mujeres, y realizada por la Universidad de Denver, pone datos a una situación que ya se venia anunciando: la crisis del Covid-19 está perjudicando especial y agresivamente a las mujeres.

Cuando uno de los Objetivos de Desarrollo Sostenibles marcados por Naciones Unidas es reducir la brecha de género y las previsiones eran reducirla en un 2.7%, la investigación mencionada llega para decirnos que no sólo este objetivo no se logrará, sino que en el 2021 la brecha en comparación con 2019, aumentará en un 9.1%, y esto golpeará especialmente a las mujeres en edad reproductiva. El estudio calcula que más de* 47 millones de mujeres y niñas serán lanzadas a la pobreza antes de que acabe 2021*, en total habrá 435 millones de mujeres y niñas viviendo en extrema pobreza y no se volverá a los niveles que teníamos antes de la pandemia hasta 2030.

Los trabajos informales, sin contrato y peor pagados y las cargas familiares y el trabajo doméstico son algunas de las causas detrás de estas cifras.

La pandemia ha destruido muchísimos puestos de trabajo en todo el mundo, sin distinguir entre hombres y mujeres, pero el hecho de que éstas últimas sean quienes ocupan en su mayoría los trabajos informales y precarios (como los trabajos de limpieza y cuidado) las dejan en situación mucho más vulnerable. En junio de este año, la pandemia ya había provocado la perdida de empleo a más de dos tercios de las personas que trabajan en el servicio doméstico a nivel mundial; un sector en el que el 80% de las personas empleadas son mujeres.

En el comunicado realizado por la directora de ONU Mujeres, Phumzile Mlambo-Ngcuka, en relación a este estudio, remarcaba: “Sabemos que las mujeres asumen la mayor parte del peso en el sostenimiento de las familias; ellas ganan menos, pueden ahorrar menos y sus puestos de trabajo son menos seguros”. Además añadía, que el hecho de que las mayores tasas de pobreza entre las mujeres se den en su etapa fértil, ponen de manifiesto los profundos defectos que se han cometido en la construcción de nuestras sociedades y economías.

Además de la precariedad en el empleo y los salarios más bajos, la responsabilidades de cuidado familiar que recaen en su mayor parte sobre las mujeres, es otro de los motivos que afectan y seguirán afectando en el aumento de las tasas de pobreza para mujeres y niñas. Muchas mujeres tendrán que renunciar a formar parte de la fuerza laboral para ocuparse del cuidado infantil y de la población mayor que esta siendo una de las más afectadas.

Achim Steine, administrador del PNUD, manifestó que las mujeres, además, tienen menos posibilidades de beneficiarse de las medidas de protección social y señalaba que “invertir en la reducción de la desigualdad de género no solo es inteligente y asequible, sino también una decisión urgente que los gobiernos pueden tomar para revertir el impacto de la pandemia en la reducción de la pobreza”.

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